El silicato de hierro -conocido comúnmente como “escoria de cobre”- es un subproducto resultante del proceso de fundición de concentrado de cobre. Actualmente, la normativa chilena lo califica como “residuo industrial no peligroso” por lo que no es posible aprovecharlo en otros procesos y sólo se autoriza su disposición final en depósitos como el de la ex Fundición de Codelco Ventanas, en Puchuncaví.
En los 58 años de funcionamiento de esta fundición (hasta su detención definitiva en mayo del 2023) se acumularon 4,5 millones de toneladas de este residuo en las 16 hectáreas del acopio autorizado para ello. Sin embargo, en el marco de las conversaciones para el cierre definitivo de la Fundición, una de las inquietudes más relevantes para la comunidad y para las autoridades locales y regionales, es el futuro de este escorial, ubicado frente a la División y colindante al humedal Maitenes-Campiche.
Por lo anterior, el seremi de Minería, Jaime Rojas, convocó a una mesa interministerial para analizar la posible recalificación del silicato de hierro como subproducto, lo que a su vez permitiría darle otros usos, tal como ocurre en otras partes del mundo. Así lo indicó la autoridad, quien detalló que el objetivo de la instancia es “generar un cronograma, un plan de trabajo, para que en un horizonte de diez meses logremos los cambios regulatorios y normativos para hacer uso de este material y promover iniciativas de economía circular”.
La mesa técnica para reutilización de la escoria de cobre sesionó por primera vez este martes 09 de enero en dependencias de la División Ventanas de Codelco, y además del seremi de Minería, contó con la participación del delegado presidencial para Concón, Quintero y Puchuncaví, Alejandro Villa, la seremi de Salud, Lorena Cofré, el seremi de Economía, Marcelo Arredondo, el Director Zona Centro de SERNAGEOMIN, Christian Orellana, y representantes del ministerio de Medio Ambiente y de Obras Públicas.
Por Codelco Ventanas, en tanto, participaron el Gerente de Gestión del Cambio y Transformación, Claudio Flores, la Directora de Desarrollo Comunitario, Michelle Ureta, el Consejero Jurídico de la División, Felipe Sánchez, y la Directora (s) de Ambiente y Territorio, Valeska Muñoz Lucero, quien presentó los estudios que se han hecho de este material, así como la experiencia internacional y local de su aplicación en otras industrias, principalmente en la construcción de carreteras y caminos.
“La escoria de cobre es un residuo minero cuya peligrosidad se encuentra descartada en base a los análisis oficiales de toxicidad, inflamabilidad, corrosividad, etc. Además, el año 2015 el Ministerio de Obras Públicas realizó una investigación en su laboratorio de vialidad, constando que es factible utilizar este material como base granular y estabilizante para carreteras, fabricación de hormigón estructural, entre otros”, indicó la profesional.
Asimismo, la representante de Codelco mostró los usos que en otros países con fundiciones de cobre se le da a este residuo, como la fabricación de hormigón convencional (España), la construcción de terraplenes y capas de pavimiento (EEUU), limpiador abrasivo de superficies de acero y relleno y estabilizante para obras de vialidad, en Alemania, entre otros.
Tras la presentación, el delegado presidencial para la gestión socioambiental de Concón, Quintero y Puchuncaví, Alejandro Villa, expresó que “tenemos un capital técnico muy avanzado, lo que sin duda contribuirá a agilizar esta discusión y hacerse cargo de este pasivo ambiental. Tenemos la oportunidad de resolver un problema que es altamente sensible para la comunidad del sector”.
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