No hay pandemia de sida: el aumento de casos de VIH en Chile es real, pero la desinformación lo exagera
- Radios Libra Nexo y Eros
- 9 abr
- 3 Min. de lectura
En los Ćŗltimos dĆas ha circulado en redes sociales una publicación que advierte sobre una supuesta āpandemia de sidaā a nivel global, sugiriendo incluso que paĆses como Venezuela enfrentan una emergencia con mĆ”s de 100.000 casos activos. Sin embargo, esta información es falsa.
Organismos verificadores como Cotejo.infoĀ y medios internacionales han desmentido la afirmación: no existe una nueva pandemia de VIH o sida. Lo que sĆ existe es una alerta de ONUSIDA, que advirtió que podrĆa aumentar la mortalidad si Estados Unidos no restablece el financiamiento a programas de prevención y tratamiento a nivel mundial. Es decir, la preocupación estĆ” en el futuro y en la falta de apoyo económico, no en una crisis sanitaria inmediata.
TambiĆ©n es importante aclarar los tĆ©rminos: el VIHĀ es el virus de la inmunodeficiencia humana, mientras que el sidaĀ es su etapa mĆ”s avanzada. Gracias a los avances mĆ©dicos, el VIH hoy es una enfermedad crónica manejableĀ con tratamiento antirretroviral, que permite a las personas llevar una vida larga y saludable. Por eso, hablar de una āpandemia de sidaā no solo es incorrecto, sino que alimenta el estigma y la desinformación.

Chile: el paĆs con mayor aumento de VIH en LatinoamĆ©rica
Aunque no haya una pandemia, la situación en Chile merece atención urgente. Entre 2010 y 2024, el paĆs experimentó un aumento del 59% en nuevos casos de VIH, el mayor crecimiento en LatinoamĆ©rica.
Según cifras oficiales del Ministerio de Salud, se registraron 5.401 diagnósticos nuevos en 2022, 4.795 en 2023 y 2.246 solo en el primer semestre de 2024. El grupo mÔs afectado son los jóvenes entre 20 y 39 años, que representan el 70% de los nuevos casos.
A pesar de estas cifras, el tema ha ido desapareciendo del debate público y de las prioridades sanitarias. La eliminación del VIH de las canastas GES ha generado una brecha en el acceso a tratamientos de calidad. El sistema privado ofrece alternativas modernas y con menos efectos secundarios, mientras que el sistema público aún entrega terapias que no se adaptan a las necesidades individuales ni garantizan el bienestar integral del paciente.
Actualmente, solo el 79% de las personas diagnosticadas accede a tratamiento antirretroviral, lejos de la meta del 95% propuesta por ONUSIDA. Y en materia de prevención, la disponibilidad de métodos como la PrEP (profilaxis preexposición) y la PEP (posexposición) en el sistema público sigue siendo limitada, dejando a muchos sectores vulnerables sin protección adecuada.
Quillota: un antecedente que sigue haciendo eco
Este escenario recuerda una realidad local que marcó a Quillota en 2003. En ese aƱo, el Hospital San MartĆn reveló, en una muestra educativa por el DĆa Internacional del Sida, que la mayorĆa de los infectados con VIH en la comuna eran dueƱas de casa. Esta información sorprendió a la comunidad, ya que desafiaba los estereotipos que históricamente han acompaƱado al virus.
Hoy, mĆ”s de veinte aƱos despuĆ©s, el problema persiste pero con menos visibilidad. El aumento de casos, el estancamiento en polĆticas preventivas y el debilitamiento de la educación sexual en Chile ponen en riesgo a nuevas generaciones. Mientras tanto, las campaƱas de prevención masiva han desaparecido, y el estigma sigue siendo una barrera para el diagnóstico y tratamiento oportunos.
Una alerta, no una pandemia
No estamos viviendo una nueva pandemia de sida. Lo que enfrentamos es una crisis silenciosaĀ por la falta de polĆticas efectivas, educación y acceso equitativo al tratamiento. Combatir el VIH requiere información veraz, prevención activa y una respuesta estatal seria que no relegue el tema al olvido.
Negar la existencia de una pandemia no significa ignorar la urgencia de actuar. Chile āy comunas como Quillotaā necesitan recuperar la conciencia sobre el VIH como una prioridad de salud pĆŗblica.