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No hay pandemia de sida: el aumento de casos de VIH en Chile es real, pero la desinformación lo exagera

En los Ćŗltimos dĆ­as ha circulado en redes sociales una publicación que advierte sobre una supuesta ā€œpandemia de sidaā€ a nivel global, sugiriendo incluso que paĆ­ses como Venezuela enfrentan una emergencia con mĆ”s de 100.000 casos activos. Sin embargo, esta información es falsa.


Organismos verificadores como Cotejo.info y medios internacionales han desmentido la afirmación: no existe una nueva pandemia de VIH o sida. Lo que sí existe es una alerta de ONUSIDA, que advirtió que podría aumentar la mortalidad si Estados Unidos no restablece el financiamiento a programas de prevención y tratamiento a nivel mundial. Es decir, la preocupación estÔ en el futuro y en la falta de apoyo económico, no en una crisis sanitaria inmediata.

TambiĆ©n es importante aclarar los tĆ©rminos: el VIHĀ es el virus de la inmunodeficiencia humana, mientras que el sidaĀ es su etapa mĆ”s avanzada. Gracias a los avances mĆ©dicos, el VIH hoy es una enfermedad crónica manejableĀ con tratamiento antirretroviral, que permite a las personas llevar una vida larga y saludable. Por eso, hablar de una ā€œpandemia de sidaā€ no solo es incorrecto, sino que alimenta el estigma y la desinformación.



Chile: el paƭs con mayor aumento de VIH en LatinoamƩrica

Aunque no haya una pandemia, la situación en Chile merece atención urgente. Entre 2010 y 2024, el país experimentó un aumento del 59% en nuevos casos de VIH, el mayor crecimiento en Latinoamérica.

Según cifras oficiales del Ministerio de Salud, se registraron 5.401 diagnósticos nuevos en 2022, 4.795 en 2023 y 2.246 solo en el primer semestre de 2024. El grupo mÔs afectado son los jóvenes entre 20 y 39 años, que representan el 70% de los nuevos casos.

A pesar de estas cifras, el tema ha ido desapareciendo del debate público y de las prioridades sanitarias. La eliminación del VIH de las canastas GES ha generado una brecha en el acceso a tratamientos de calidad. El sistema privado ofrece alternativas modernas y con menos efectos secundarios, mientras que el sistema público aún entrega terapias que no se adaptan a las necesidades individuales ni garantizan el bienestar integral del paciente.

Actualmente, solo el 79% de las personas diagnosticadas accede a tratamiento antirretroviral, lejos de la meta del 95% propuesta por ONUSIDA. Y en materia de prevención, la disponibilidad de métodos como la PrEP (profilaxis preexposición) y la PEP (posexposición) en el sistema público sigue siendo limitada, dejando a muchos sectores vulnerables sin protección adecuada.


Quillota: un antecedente que sigue haciendo eco

Este escenario recuerda una realidad local que marcó a Quillota en 2003. En ese año, el Hospital San Martín reveló, en una muestra educativa por el Día Internacional del Sida, que la mayoría de los infectados con VIH en la comuna eran dueñas de casa. Esta información sorprendió a la comunidad, ya que desafiaba los estereotipos que históricamente han acompañado al virus.

Hoy, mÔs de veinte años después, el problema persiste pero con menos visibilidad. El aumento de casos, el estancamiento en políticas preventivas y el debilitamiento de la educación sexual en Chile ponen en riesgo a nuevas generaciones. Mientras tanto, las campañas de prevención masiva han desaparecido, y el estigma sigue siendo una barrera para el diagnóstico y tratamiento oportunos.


Una alerta, no una pandemia

No estamos viviendo una nueva pandemia de sida. Lo que enfrentamos es una crisis silenciosa por la falta de políticas efectivas, educación y acceso equitativo al tratamiento. Combatir el VIH requiere información veraz, prevención activa y una respuesta estatal seria que no relegue el tema al olvido.

Negar la existencia de una pandemia no significa ignorar la urgencia de actuar. Chile —y comunas como Quillota— necesitan recuperar la conciencia sobre el VIH como una prioridad de salud pĆŗblica.

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TELÉFONO: 332 41 6000

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