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Tras daños por el incendio BASF dona 30 toneladas de chips de quillay para recuperar el suelo del Jardín Botánico de Viña del Mar

El incendio del 2 de febrero en Viña del Mar arrasó con el 90% del Jardín Botánico, que en total abarca 400 hectáreas. Con el espíritu de cooperar en su recuperación, la empresa química BASF donó 30 toneladas de chips de quillay, que por sus propiedades naturales facilitará la regeneración de la capa vegetal y estabilidad de los suelos, mejorando la protección de los árboles y vegetación.


El chip de quillay es un subproducto de parte del portafolio agrícola de BASF, por lo que este aporte para la recuperación del Jardín le hizo mucho sentido al equipo de la planta y de BASF en general. El cierre de la iniciativa fue encabezado por la directora de Relaciones Institucionales y Sustentabilidad de BASF para América del Sur, Cristiana Brito, durante su visita al país, y el director del Jardín Botánico, Alejandro Peirano.


La planta de BASF en Concón fue inaugurada en 1969 y desde entonces ha desarrollado una creciente relación con la comunidad -a través de distintos programas-, formando un sólido vínculo con la Región. “En BASF estamos muy contentos de contribuir a la recuperación del Jardín Botánico de Viña del Mar. La tarea que están enfrentando es gigantesca, las pérdidas por el incendio del verano pasado son inmensas y como gesto de buenos vecinos queremos apoyarlos desde nuestra capacidad de hacer química para un futuro sostenible”, señala Cristiana Brito.

 

Por su parte, Felipe Schneider, gerente general de BASF Chile, declara que el gran incendio que vivió la zona en el verano fue estremecedor. “Primero pasamos mucho susto por nuestro equipo y sus familiares, y después fuimos tomando conciencia de la magnitud del desastre y de que había muchos más afectados, como el Jardín Botánico. Por eso estamos aquí. Es un motivo triste, pero también tiene un lado positivo, que es la solidaridad, cuando las personas y las organizaciones se apoyan entre sí. Este jardín representa para nosotros la conciencia de la sostenibilidad, del cuidado de la naturaleza y el medio ambiente. Como agrónomo sé que el quillay tiene muchísimas bondades y es una satisfacción aportar un grano de arena para la reconstrucción de este jardín, en el espíritu que nos caracteriza como compañía de ser parte de la comunidad donde estamos insertos”, concluye Schneider.


El director de la fundación que administra el Jardín Botánico, Alejandro Peirano, explica que el chip de quillay será utilizado para mantener y acelerar la recuperación del parque. “Nuestra prioridad es proteger los árboles, arbustos y flores. Cubrimos las raíces con este mulch (cama de chips) que los fortalece luego de los daños del incendio, las intensas lluvias o frente a otros eventos extremos. Y al mismo tiempo los protege de enfermedades por insectos, hongos o bacterias, evitando las malezas”, comenta el director del parque.

 

El plan es continuar trabajando en distintas zonas, para avanzar en la recuperación de las áreas más utilizadas por los visitantes. Uno de los beneficios del quillay es que, al ser una especie nativa, se integra fácilmente al ecosistema y forma tierra fértil en poco tiempo, lo que permite acelerar el proceso de rehabilitación que se ha estado realizando.


 “Al poner una capa de chips de quillay sobre el suelo, no pasa la luz, y eso evita que crezca maleza, lo que es un ahorro importante en limpieza. Segundo y muy importante, disminuye la evaporación, lo que nos permite ahorrar en riego”, detalla el director del Jardín Botánico. Además, resalta el efecto estético del producto.


“Sostenibilidad es un valor de nuestra empresa, es parte de nuestro pilar estratégico. Como tenemos una planta de quillay, nace la necesidad de ayudar en este momento de recuperación. El quillay puede fortalecer a las plantas y es un biofertilizante natural”, señala Edvan Cordeiro, Site Manager de BASF Concón.

 

Actualmente, el Jardín Botánico se encuentra funcionando de manera habitual, con sus muestras de bosque esclerófilo de la zona y las colecciones de vegetación autóctona de otros lugares como la Isla Juan Fernández, Rapa Nui, la Selva Valdiviana y las cactáceas del norte del país. Además, están sus parques y jardines que reciben visitantes para paseos, cumpleaños y celebraciones.

 

Una relación que comienza

“Para nosotros la presencia de BASF ha sido muy importante, primero porque se acercaron a ofrecer ayuda cuando ni lo esperábamos. Creo que este puede ser el inicio de un trabajo conjunto, porque se trata de una empresa que se preocupa por lo que pasa en la Región”, explica el director del Jardín Botánico.

 

“Estamos orgullosos de apoyar a un lugar tan valioso. Estas 30 toneladas de chip de quillay les permitirán aportar nutrientes y estructura a los suelos y sustratos del Jardín, y además aportar a la economía circular, dando un nuevo y valioso uso a los chips de quillay. Nuestro interés es generar relaciones virtuosas y esperamos continuar haciéndolo”, dice la directora de Relaciones Institucionales y Sustentabilidad de BASF para América del Sur.




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TELÉFONO: 332 41 6000

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